El 31 de agosto de 1997 el mundo se conmocionó por la muerte de la «reina de corazones», la princesa Diana de Gales, quien falleció junto a su novio Dodi Al-Fayed y su chofer en un aparatoso accidente de tránsito ocurrido en el «Puente del Alma» de París.
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Lady Di y Dodi escapaban de decenas de paparazzis que los perseguían para fotografíar el tórrido romance que vivían durante las semanas previas a la muerte.
El accidente ocurrió cuando Al-Fayed armó un plan para eludir a los fotógrafos ubicados en la puerta del Ritz. Salieron por la puerta trasera y subieron a un Mercedes Benz rumbo al apartamento de Dodi, ubicado cerca del Arco del Triunfo, pero tomaron un camino alternativo.
El auto dio media vuelta a la plaza frente al hotel, pasó la entrada a los Champs Elysées, se encaminó por la derecha, bordeando el Sena. Al atravesar el Puente del Alma, el auto -que según las investigaciones- se desplazaba a más de 150 km/h- rozó a un fiat blanco, el chófer perdió el control y se estrelló contra una de las columnas del Pont d’Alma.
Sobre el accidente hubo más de una década de especulaciones. El padre de Dodi Al-Fayed dirigió una investigación privada porque estaba seguro de que la muerte de Diana y su hijo no había sido accidental, sino ejecutada por el servicio secreto inglés y ordenada por la realeza británica. Esto luego de que la princesa Diana hubiese entrado en una disputa abierta con la Corona al revelar el maltrato emocional que recibió por parte de su esposo, las presiones de su familia y al hacer campaña abierta contra las minas antipersonas, que generaban importantes ingresos a sectores de poder en el Reino Unido.
Pero las mismas autoridades británicas investigaron por años el caso y concluyeron que todo se trató de un lamentable accidente, ocasionado por la impericia del conductor que también falleció en el acto, quien había bebido casi el doble de la cantidad permitida para manejar y quien además combinó la intoxiación etílica con varias pastillas para la depresión. Otro punto que pudo haber incidido en el fatal desenlace fue que los tres fallecidos no usaban cinturón de seguridad, cómo sí lo hizo el único sobreviviente, el guardaespaldas de la Princesa Diana.
Se conoció también que el Mercedes Benz que terminó hecho chatarra tuvo una historia trágica. El primer propietario del coche, el magnate de la publicidad Eric Bousquet, lo compró en 1994.Tres meses después fue robado antes de ser hallado accidentado en un terreno cerca del aeropuerto parisino Charles de Gaulle.
El vehículo fue reparado íntegramente y fue adquirido por 40.000 euros por Etoile Limousine, la compañía de limusinas y vehículos de lujo que alquiló el coche al hotel Ritz, donde Diana y Dodi Al Fayed cenaron esa fatídica noche.
El director de la compañía, Jean-François Musa, dijo a AFP que el vehículo tenía problemas cuando superaba los 70-80 km/h, pues se descontrolaba y no respondía a las órdenes.
Cuatro meses antes del accidente el auto fue robado nuevamente, antes de ser abandonado en una autopista. Fue enviado a una concesionaria quien realizó reparaciones que se elevaron a 17.000 euros y devuelto al grupo Etoile Limousine y al Ritz, donde fue escogido para trasladar a Diana.
Redacción El Click