La posible opción a un «brexit duro», la salida del Reino Unido del mercado único y el control completo de la inmigración, puede poner en peligro la economía abierta que disfruta el país, según la Confederación de la Industria Británica (CBI).
La directora general de la CBI, Carolyn Fairbairn, expresó este lunes su inquietud por el «brexit duro» -especialmente en materia de inmigración y la posibilidad de que las compañías revelen el número de extranjeros que tienen-.
Según declaró Fairnbairn al diario «The Times», la insistencia del Gobierno de controlar la inmigración puede «cerrar la puerta» a la actual situación de economía abierta que disfruta el país.
También indicó que el sector empresarial ha expresado su profunda inquietud por estas posibles medidas en materia inmigratoria.
«(Los empresarios) las consideran como una señal de que de algún modo es vergonzoso atraer el mejor talento de todo el mundo, en vez de ser una fuente de orgullo», dijo la directora de la CBI.
«Lo que hemos escuchado en los últimos días, (y) si añadimos la totalidad de los mensajes, son señales de que la puerta se está cerrando», subrayó la directiva, y consideró que la apertura económica «ha ayudado a estimular la inversión» en el país.
En los últimos días, varios políticos conservadores, líderes empresariales y la oposición laborista han criticado la medida adelantada hace unos días por la ministra de Interior, Amber Rudd, sobre el listado de extranjeros que trabajan en las empresas.
Tras conocerse los planes, el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, acusó al Gobierno conservador de Theresa May de promover la «xenofobia y el odio» contra los extranjeros.