La Casa Blanca achacó la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de cancelar su cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un, a “una serie de promesas rotas” por parte de Corea del Norte, entre ellas su falta de respuesta a los intentos de Washington de preparar la reunión.
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“Ha habido una serie de promesas rotas que han inquietado a Estados Unidos”, dijo un alto funcionario de la Casa Blanca, que pidió el anonimato, en una conferencia de prensa.
El funcionario explicó que Corea del Norte se comprometió a acudir a una reunión preparatoria de la cumbre en Singapur, y Trump envió para ello a una delegación al país asiático la semana pasada.
“(Los estadounidenses) Esperaron y esperaron, pero los norcoreanos no aparecieron. Los norcoreanos no nos dijeron nada, simplemente nos dejaron plantados”, aseguró.
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Después de eso, EE.UU. intentó “numerosas” veces comunicarse con Corea del Norte en la última semana, “pero no respondieron”.