El presidente Laurentino Cortiz cumple su primer año de gobierno, ahogado por la pandemia del nuevo coronavirus y varios escándalos de presunta corrupción, que amenazan la gobernabilidad en el país con más muertos y contagios por Covid-19 de Centroamérica.
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Cortizo reconoció que «han sido y son tiempos difíciles» la semana pasada luego de destituir a tres ministros, incluida Rosario Turner, de la cartera de Salud, Rosario en plena explosión de la pandemia.
Cortizo trató con esta decisión de dar un alivio a su gobierno, desgastado y condicionado por la crisis que desató este nuevo coronavirus, que ya ha dejado 620 muertos y más de 32.000 infectados en los peores registros oficiales de un país centroamericano.
Ahora le toca encarar un segundo año con una crisis sanitaria que amenaza sus planes de reformar la Constitución, modernizar las instituciones, impulsar el crecimiento económico e implementar políticas sociales contra la desigualdad.
Señaló Claire Nevache, investigadora asociada del Centro de Iniciativas Democráticas de Panamá (CIDEM): «Obviamente todo va a estar centrado, al menos durante los próximos meses, en apagar los fuegos para tratar de disminuir lo más posible los efectos de la crisis».
Por su parte Harry Brown, director del Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales indicó: «La pandemia le ha cambiado al gobierno de Panamá, como posiblemente a todos los gobiernos, los objetivos de su gestión».
Fuente: Metro Libre