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El destino de la Serie Mundial está en los brazos de Arrieta y Tomlin

La hora de la definición de la Serie Mundial vivirá el segundo capítulo cuando los abridores estelares, Jake Arrieta, y Josh Tomlin, tengan la pelota en el montículo del Progressive Field e inicien su trabajo para el sexto duelo que mantengan sus respectivos equipos de los Cachorros de Chicago e Indios de Cleveland.

Después de estar la serie al mejor de siete favorable 3-2 a los Indios, que además tendrán a partir de ahora la ventaja de campo, de inmediato se comprende que el abridor de mayor compromiso y presión será Arrieta, el derecho de origen puertorriqueño, en el que los Cachorros tienen puesta su continuidad o el decir adiós.

Todo el mundo dentro del equipo de los Cachorros es consciente que después de salvar la primera pelota de partido en el quinto cuando lo ganaron por 3-2 gracias a una labor brillante del abridor zurdo Jon Lester y el cerrador cubano Aroldis Chapman, les queda seguir con la segunda.

Si la primera ya fue complicada en su propio campo del Wrigley Field, la segunda, en el Progressive Field, se presenta, cuando menos como más llena de presión y de nuevo sin ningún tipo de margen para cometer un error de bulto.

De ahí, que tanto el piloto de los Cachorros, Joe Maddon, como los propios jugadores utilicen el lenguaje de que tienen que salir al campo con la misma mentalidad que lo hicieron durante toda la temporada ganadora que les permitió conseguir 103 victorias.

Además están convencido que si Chapman hizo historia individual al conseguir por primera vez en su carrera sacar ocho «outs» en las Grandes Ligas, todos ellos pueden superar sus propias expectativas de rendimiento.

Arrieta será el primero, ganador del Cy Young de la Liga Nacional en 2015, abrirá por los Cachorros, y al margen de su calidad, también tendrá más descanso que Tomlin, que llega al partido con apenas tres días sin ver acción.

Los Cachorros que se fueron de Cleveland con la serie empatada a 1-1, siguen con el objetivo de conseguir su primer campeonato en 108 años, y ahora también convertirse en el primer equipo que remonta un 3-1 en contra desde que los Reales de Kansas City lo hicieron en 1985.

También tendrían victorias seguidas fuera de casa en los últimos dos duelos desde los Piratas de Pittsburgh en 1979.

Al margen de lo que pueda significar a nivel de historia y estadísticas, lo jugadores de los Cachorros quieren reivindicar por encima de todo que son un equipo ganador como lo demostraron durante la temporada regular cuando consiguieron 103 victorias.

«Estamos escribiendo nuestra propia historia, ¿por qué parar ahora?», destacó el torpedero Addison Russell.

Pero el gran reto también implica que tendrán que establecerla en territorio enemigo, en una ciudad donde después de ver como los Cavaliers de Cleveland, el pasado verano ganaban el título de la NBA, ahora quieren también conseguir el de la Serie Mundial.

De vuelta al Progressive Field, los Indios confían en capitalizar su segunda oportunidad y poner fin a una espera de 68 años sin tener un título del «Clásico de Otoño».

«Somos fuertes en casa y eso nos entusiasma», recordó el joven pelotero boricua, Francisco Lindor. «Ganamos 53 partidos de locales y en la fase final sólo hemos sufrido una derrota en nuestro campo, por eso tenemos la confianza de que podremos ganar ante nuestros seguidores».

Además son conscientes que el piloto Terry Francona ha dirigido a la perfección al equipo durante la fase final y eso les da toda la confianza de cara a conseguir el triunfo que necesitan para asegurarse el título de la Serie Mundial.

De ahí, que gracias a su manera de mover el banquillo y especialmente el bullpen, los Indios están arriba en la serie y tienen toda la confianza que Tomlin les de la ayuda que van a necesitar hasta el quinto episodio.

Tomlin cubrió cuatro entradas y dos tercios en el tercer partido, en los que realizó 58 lanzamientos antes de ceder la bola a su bullpen ganador e intratable con el relevista zurdo Andrew Miller y el derecho Cody Allen, que les permitió ganar por 1-0.

En el peor de los casos –irse a un séptimo partido–, les dará a los Indios la opción de tener en el montículo al estelar Corey Kluber, triunfador en sus dos salidas previas contra los Cachorros en la Serie y que podría cerrarla con broche de oro.

Mientras, en Cleveland, los fanáticos de los Indios, encabezados por el alero estrella de los Cavaliers, LeBron James, están listos para darles todo el apoyo al equipo y luego poder comenzar la celebración de otro título nacional para ciudad, el segundo en menos de cuatro meses tras una sequía de 52 años sin tener ninguno.

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