El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha estrechado la cooperación con Singapur en la lucha contra el terrorismo y las drogas, en una visita oficial a ese país en la que ha vuelto a regalar declaraciones polémicas como «si estás en drogas, te mataré».
Duterte se reunió por separado con el presidente de Singapur, Tony Tan, y el primer ministro del país, Lee Hsien Loong, y abordó con ambos las áreas de interés común.
«En particular, la lucha contra el terrorismo y la lucha contra las drogas ilegales. Estas son cosas básicas en las que acordaron avanzar, y también el área de cooperación contra los delitos trasnacionales», reveló el ministro de Asuntos Exteriores de Filipinas, Pefecto Yasay, según la cadena de televisión ABS-CBN.
El mandatario también se reunió, antes de concluir su visita, con la comunidad filipinas en la ciudad-Estado, con la asistencia de miles de sus compatriotas.
Ante ellos defendió su campaña contra las drogas, que lleva más de 5.900 muertos, y la política exterior de distanciamiento de Estados Unidos y de aproximación a China y Rusia.
Volvió a enviar al infierno al presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, como hiciera en agosto, en esta ocasión por paralizar la entrega de asistencia humanitaria a Filipinas por las numerosas violaciones de los derechos humanos que se cometen en la guerra contra las drogas.
Según la Policía filipina, han muerto 5.927 personas desde que empezó la campaña, el 30 de junio, de estas 2.086 corresponden a operaciones policiales y las restantes 3.841 asesinadas a manos de grupos civiles que se toman la justicia por su mano.
Duterte, que el lunes pasado repitió en público que había asesinado delincuentes cuando, como alcalde de Davao, limpiaba la ciudad del crimen, en esta ocasión solo dijo que les había amenazado con matar, y precisó que eso no es un delito.
«Si destruyes Davao, te mataré. Si estás en drogas y destruyes tu juventud (…) te mataré. Así de simple», dijo el mandatario, que ejerció de abogado antes de entrar en política, en un lenguaje que llama la atención a la comunidad internacional pero que gusta a muchos de sus compatriotas.
Según la encuesta publicada el jueves de Social Weather Stations, una de las más acreditadas de Filipinas, la gestión de Duterte tiene un 63 por ciento de aprobación, un punto menos que cuando fue investido, el 30 de junio pasado para un mandato único de seis años.