El presunto narcotraficante colombiano Henry de Jesús López Londoño, conocido como «Mi Sangre», fue extraditado este jueves a Estados Unidos desde Argentina, donde permanecía detenido en una prisión federal desde 2012, confirmaron fuentes oficiales.
En un trabajo coordinado entre el Ministerio de Seguridad del país suramericano y la Interpol, a través de la Policía Federal, la extradición se hizo finalmente efectiva a las 7:20 horas de este jueves desde el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, en la provincia de Buenos Aires.
«Mi Sangre», de 45 años, partió en un avión alquilado por la Embajada de Estados Unidos en Argentina hacia el aeropuerto de Fort Lauderdale, en Florida, informó la cartera de Seguridad en una nota de prensa.
El pasado 13 de septiembre la Corte Suprema de Justicia de Argentina confirmó procedente la solicitud de Estados Unidos, donde «Mi Sangre» tiene causas pendientes con la Justicia por tráfico de estupefacientes y asociación ilícita.
El traslado se realizó «con extrema prudencia y estrictas medidas de seguridad» y el hecho de que fuera realizado «en total hermetismo y secreto», para que no se supiera el día y la hora, resultó «fundamental para el resultado exitoso de la operación», añadió el ministerio.
Londoño, acusado de traficar armas y drogas, permanecía detenido en la prisión federal de Ezeiza desde octubre de 2012, cuando fue detenido cerca de la localidad bonaerense de Pilar, donde estaba viviendo.
Allí había concurrido a hacer una reserva en un restaurante muy concurrido de la zona, el cual frecuentaba.
El colombiano había ingresado a Argentina con pasaporte falso, junto a su mujer y su hijo, con un pedido de búsqueda de la Policía Nacional colombiana, que lo había identificado como uno de los mayores proveedores de cocaína al cartel de Los Zetas, en México.
Hasta su detención, según añadió el Ministerio de Seguridad argentino, controlaba «la poderosa Oficina del Envigado» y la banda Los Urabeños, «dos de las más grandes organizaciones criminales de Colombia dedicadas al narcotráfico y la extorsión».
En diciembre de 2012, la Fiscalía del estado de Florida (EE.UU.) cursó a la Justicia argentina un pedido de extradición, y en mayo pasado, un juez argentino autorizó su envío a Estados Unidos, donde debe ser juzgado por el Tribunal Federal de Primera Instancia para el Distrito Sur de Florida, aunque una apelación dejó la decisión en manos de la Corte Suprema.
Asimismo, con el pronunciamiento de los jueces del Supremo el pasado septiembre, el narcotraficante pudo ser finalmente enviado al país norteamericano.
También a principios de ese mes, el presunto narcotraficante había sido trasladado a una celda aislada en la cárcel de máxima seguridad donde está detenido, después de que se descubriera un supuesto plan de fuga del recluso.
Al arribar al aeropuerto, el detenido fue recibido por el Servicio de Marshals de los Estados Unidos, algo que previamente había sido coordinado entre los responsables del traslado.
En el operativo, se contó también con la cooperación del Departamento Cuerpo Federal de Aviación, que puso a disposición dos helicópteros, y participaron además dos equipos tácticos del Departamento Grupos especiales de operaciones federales (GEOF) y cuatro motociclistas de la División Grupo de Operaciones Motorizadas Federales (GOMF).
También brigadas de apoyo de la Superintendencia de Drogas peligrosas, personal de la División Vídeo Operativo, ambulancias y médicos de la Dirección General de Sanidad Policial.