El Gobierno italiano ultima los detalles de un plan para abrir «pequeños centros» de identificación y expulsión con el objetivo de acelerar la repatriación de inmigrantes indocumentados.
Así lo explicó este jueves en Roma el ministro del Interior de Italia, Marco Minniti, en una rueda de prensa junto al primer ministro italiano, Paolo Gentiloni.
Minniti confirmó que el Ejecutivo del país trabaja en una propuesta que presentará al Parlamento en las próximas semanas y que contempla la apertura en todo el país de estas instalaciones que en Italia se conocen como Centros de Identificación y Expulsión (CIE).
La idea, explicó Minniti, es abrir «pequeños centros, no grandes estructuras», que identifiquen a las personas que llegan a las costas de Italia con la intención de acceder a Europa para poder proceder a la expulsión de aquellos que no sean solicitantes de asilo.
«Estos centros deberían acoger a personas irregulares que no pueden permanecer en el territorio», precisó antes de añadir que trabajará «con todos los elementos a su disposición para evitar que exista discriminación o violación de los derechos humanos».
Minniti distinguió entre los refugiados, a quienes es necesario acoger en el territorio, y aquellos que están «en Italia de forma irregular y la ley contempla que sean repatriados», subrayó.
Para acelerar las expulsiones, explicó, Italia negocia acuerdos con distintos países como Túnez, donde en los últimos días Minniti ha mantenido conversaciones con el primer ministro del país, Yusef Chahed, y su homólogo tunecino, Hèdi Majdoub.
Dijo, al mismo tiempo, que es necesario una labor de prevención continua que desarrolle una especie de «red protectora» contra el terrorismo y prevenga la radicalización para evitar posibles atentados.
Por su parte, el primer ministro Gentiloni indicó que «la radicalización (en Italia) se produce en cárceles y también en la web», por lo que estos dos campos serán los que deberán centrar «los esfuerzos dirigidos a la prevención de la amenaza terrorista».