Jodie Foster, que saltó al estrellato mundial por su papel protagonista en “El silencio de los inocentes”, ensalzó los beneficios terapéuticos que le ha aportado su labor como cineasta.
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“Creo que la mejor terapia del mundo es ser director de cine” señaló la también actriz, de 55 años, en declaraciones que hoy publica el semanario alemán “Frankfurter Allgemeinen Sonntagszeitung”.
Foster, ganadora de un premio Oscar, entiende que el trabajo detrás de las cámaras brinda la oportunidad de demostrar quién es uno mismo. “Aquí hay que hablar claro de quién es uno, de cómo uno se comunica con los demás, de cómo uno inspira a los demás, se aprende continuamente”, agregó.
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La actriz de Hollywood se encuentra promocionando en Alemania la película “Hotel Artemis”, que la próxima semana llegará a las pantallas en el país europeo.
Fuente: Unión Radio