La fiscalía surcoreana sospecha que la presidenta, Park Geun-hye, se confabuló con su amiga y confidente Choi Soon-sil, conocida como la «Rasputina», para obtener sobornos de Samsung y otras empresas, anunció este lunes el equipo de investigadores.
El equipo independiente de fiscales hizo públicas sus conclusiones de la investigación de más de tres meses sobre la amplia trama de corrupción de la «Rasputina», en la que se vuelve a señalar a la presidenta como sospechosa de múltiples delitos.
Los investigadores consideran que Park y Choi se pusieron de acuerdo para presionar a Samsung y a otros grandes conglomerados empresariales surcoreanos para que realizaran donaciones a organizaciones vinculadas a la «Rasputina», a cambio de un trato favorable de las autoridades, señalaron en un comunicado.
Asimismo, los fiscales han concluido que la presidenta estaba al tanto de la creación de una lista negra de casi 10.000 artistas y profesionales del mundo de la cultura críticos con el Gobierno, concebida con el objetivo de cortar sus vías de financiación pública y privada.
Las conclusiones de la fiscalía señalan a Park como sospechosa de los delitos de soborno, tráfico de influencias y abuso de poder, entre otros, dentro de la amplia trama de corrupción del caso «Rasputina».
Park cuenta con inmunidad legal debido a que aún ocupa formalmente el cargo de presidenta del país, aunque fue despojada de sus funciones cuando el Parlamento surcoreano aprobó su destitución el pasado diciembre.
La destitución de Park está en manos del Tribunal Constitucional, del que se espera una decisión al respecto en los próximo días.
El equipo independiente de investigadores ha tratado repetidamente de interrogar a la presidenta con vistas a esclarecer más detalles sobre la trama, aunque Park ha evitado comparecer al hacer uso de su inmunidad legal.
Los investigadores remitieron sus conclusiones a la fiscalía estatal para continuar con la instrucción sobre el caso, en el que hay implicados un total de 30 personas, entre ellos el heredero y líder de facto del conglomerado Samsung Group, Lee Jae-yong.
Lee, que permanece detenido desde el pasado 17 de febrero, será juzgado junto a otros cuatro altos ejecutivos de la compañía por los cargos de soborno y otros delitos como malversación y ocultación de activos en el extranjero.
La fiscalía tiene previsto continuar con su investigación para profundizar en las conexiones entre varios asesores del equipo de asesores de Park y otras grandes corporaciones surcoreanas.