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Las tejas Panalit podrían ser cancerígenas

Desde hace años que se viene investigando el impacto del asbesto en los seres vivos que lo rodean. No por nada, esta fibra mineral utilizada para la fabricación de tuberías y tejas de fibrocemento ha sido prohibida en decenas de países en los que se incluye Estados Unidos, España, Brasil, Australia, Italia, entre otros. En Colombia, se han creado varios movimientos sociales que piden al poder legislativo prohibir el mineral cancerígeno que ya ha cobrado varias vidas en el país. Es importante mencionar, que en Colombia, se encuentra unas de las plantas más grande de fabricación de tejas y tuberías de fibrocemento con Asbesto que son exportadas a todo el continente Americano entre ellos Panamá a través de Cochez y Hopsa. A pesar de que en casi todo el mundo, y en muchos países de Latinoamérica, está prohibido utilizar esta fibra cancerígena, Colombia sigue extrayendo, procesando y vendiendo productos con asbesto.

El asbesto es una fibra compuesta por seis minerales microparticulados cuyas propiedades industriales son explotadas en la fabricación de más de tres mil productos, entre los que se cuentan frenos de carros, cemento, tuberías, tejas, trajes de bomberos, cobijas, y hasta pijamas para niños. Sin embargo, pocos materiales industriales son tan peligrosos como el asbesto. La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo clasifica dentro del grupo de agentes carcinógenos(Grupo 1) y estima que causa cerca de la mitad de las muertes por cáncer ocupacional en el mundo. Actualmente hay aproximadamente 125 millones de personas expuestas al asbesto en sus lugares de trabajo, de las cuales mueren anualmente cerca de 107.000 por cáncer de pulmón, mesotelioma (un tipo de cáncer de la cavidad pleural y peritoneal) y asbestosis (una forma de fibrosis pulmonar). Muchas víctimas del asbesto en Colombia también han señalado nexos con plantas de Eternit Colombiana S.A, una empresa que cuenta con fábricas en Bogotá, Barranquilla y Yumbo. Ana Cecilia Niño, una periodista que murió en 2017 con 42 años por causa de un mesotelioma pulmonar relacionado con la exposición al asbesto, es el caso insignia de las llamadas “víctimas de Eternit”

En el 2009 la Fiscalía italiana acusó penalmente a dos antiguos gerentes de plantas Eternit (que pertenece a la compañía Belga Etex y que existe también en Colombia) en el norte del país por la muerte de más de dos mil personas que durante tres décadas (1960-1980) estuvieron expuestas al asbesto. En 2012 una Corte halló culpables a los gerentes de Eternit y los condenó a dieciséis años de cárcel. A partir de ese punto se inició un enrevesado proceso de apelaciones que ha llegado hasta la Corte Suprema y la Corte Constitucional italianas, las cuales todavía no han emitido un fallo definitivo.

En Panama y Costa Rica, una parte importante de la vivienda familiar de bajos recursos tiene tejas de fibrocemento Eternit hechas con asbesto, mejor conocidas como Panalit, importadas por principales distribuidores locales como Cochez. Según expertos como el profesor Ramos Alonso, uno de cada tres habitantes de estos países vive o ha vivido en una vivienda con techos de fibrocemento fabricados con asbesto. Sin embargo, debe aclararse que la presencia casi ubicua del asbesto en las casas de familias pobres no solo se debe a la masificación de los productos Eternit. También desde el Estado se viene incentivando el uso del asbesto para el desarrollo de planes de vivienda de interés social y vivienda de interés prioritario.

Afirmar que las tejas de fibrocemento Panalit fabricas por Eternit contienen una cantidad alta de asbesto no es una exageración. Según la Agencia de Protección Ambiental Estadounidense (EPA, por sus siglas en inglés), cualquier producto cuya composición de asbesto sea superior al 1 % es riesgoso y debe ser retirado del mercado. Las tejas onduladas que Eternit produce y comercializa en Colombia, Panamá y otros países contienen entre un 7 y un 10 % de asbesto (crisotilo), como se explicita en la ficha técnica de ese producto que aparece en el sitio web de Eternit.

La presencia de un producto tan peligroso como el asbesto en la vida diaria de millones de ciudadanos ha llevado a que muchos países del mundo, entre ellos varios latinoamericanos, hayan decidido prohibir esta fibra. Chile, Uruguay y Argentina prohibieron el uso y comercialización de asbesto en el año 2002 y 2003. Después lo hizo Honduras en el 2004, seguido de República Dominicana en 2005, Perú en 2011 y Brasil, quien prohibió el uso del asbesto a finales de noviembre del 2017. ¿Cuando se prohibirá en Panamá?

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