La candidata de la extrema derecha a las presidenciales francesas, Marine Le Pen, consideró que la renuncia del jefe del Estado, el socialista François Hollande, a la carrera para ser reelegido responde al fracaso de su mandato.
Le Pen, en un acto en Villepinte, a las afueras de París, ironizó ante la prensa sobre el hecho de que con la exclusión de la campaña presidencial tanto de Hollandecomo de su predecesor, el conservador Nicolas Sarkozy, sus rivales van a ser sus «dobles», en alusión a los primeros ministros de sus respectivos mandatos, Manuel Valls y François Fillon.
La presidenta del Frente Nacional (FN) dijo que no le sorprendió la renuncia de Hollande y que ella ya había analizado que eso ocurriría si Sarkozy tampoco podía presentarse, al haber quedado descalificado en la primera vuelta de las primarias de la derecha, el 20 de noviembre.
Según sus propias palabras, el anuncio que hizo ayer el actual presidente «marca el gran fracaso del quinquenio (de Hollande) y del Partido Socialista en su conjunto».
«No voy a tener contra mí más que a sus dobles, que con mucha frecuencia tienen los defectos de los primeras espadas sin sus pocas cualidades», señaló con sorna, dando por sobreentendido que el primer ministro Valls va a formalizar su candidatura a las primarias socialistas.
Fillon, primer ministro durante los cinco años de la presidencia de Sarkozy, entre 2007 y 2012, fue el ganador aplastante en las primarias de la derecha, con dos tercios de los votos en la segunda vuelta, frente a Alain Juppé.
Le Pen afirmó que esos dos primeros ministros «van a tratar de hacer creer que no tienen ninguna responsabilidad en el balance, en el pasivo de los quinquenios de Nicolas Sarkozy y de François Hollande«, y avanzó que ella se encargará de recordar que «tienen una responsabilidad íntegra en las políticas llevadas a cabo».
Por su parte, el líder centrista François Bayrou calificó de «honorable» la decisión de Hollande de no presentarse a las presidenciales, aunque puntualizó que el jefe del Estado se había visto «obligado y forzado» por los resultados de su acción.
En un comunicado, Bayrou subrayó que aunque el jefe el Estado socialista haya querido presentar una imagen positiva, lo cierto es que los franceses «conocen la otra cara» de su presidencia.
«La nación se enfrenta a muchas amenazas» como el terrorismo y «la pérdida de sustancia económica» y «no sale ni más fuerte ni más unida» de un quinquenio que ha sido un «fracaso», argumentó el presidente del MoDem.
Se espera que Bayrou aclare en los próximos días si él mismo será candidato en las presidenciales.