La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó este lunes que es evidente que hay que realizar cambios en la política de seguridad interna tras el ataque de diciembre a un mercadillo navideño de Berlín, en el que murieron doce personas.
Merkel, en el congreso de la Federación Alemana de Funcionarios (BDD), aseguró que percibe «claramente» necesidad de reformas para los extranjeros calificados por las fuerzas de seguridad como peligrosos, como era el caso del presunto autor del atentado de Berlín, el tunecino de 24 años Anis Amri.
«Allí donde haya necesidad de cambios, y veo esas necesidades de cambio claramente, trataremos de alcanzar soluciones comunes en la gran coalición», indicó la canciller.
El martes está prevista una reunión entre los ministros de Interior y Justicia, el cristianodemócrata Thomas de Maizière y el socialdemócrata Heiko Maas, para abordar esta cuestión y otras relativas a la seguridad de Alemania ante la amenaza del terrorismo yihadista.
Merkel reivindicó asimismo la necesidad de cumplir de forma estricta la ley, tanto en el caso de los peticionarios de asilo a los que se concede permiso de residencia como en el de los inmigrantes a los que se rechaza.
En este sentido, el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, reconoció en una rueda de prensa que es «absolutamente necesario» llevar a cabo más expulsiones y agilizar los procedimientos.
Ante el debate sobre la posibilidad de recortar la ayuda al desarrollo para presionar a los países norteafricanos reticentes a recibir a sus ciudadanos, se limitó a señalar que en las conversaciones en marcha se incluyen todos los asuntos bilaterales, dentro del «respeto mutuo».
En opinión del portavoz del Ministerio alemán de Exteriores, Martin Schäfer, recurrir a ese medio de presión es «demasiado simple», teniendo en cuenta que buena parte de la cooperación al desarrollo busca precisamente mejorar las estructuras administrativas de esos países y apoyar su estabilización.
Schäfer recordó también la necesidad de eliminar las actuales disfunciones dentro de Alemania por el reparto de competencias entre municipios, estados federados y estado central.
La solicitud de asilo de Amri fue rechazada el pasado julio, pero por distintas trabas burocráticas -principalmente por parte de Túnez- no fue posible deportarle a su país de origen.
La canciller aplaudió también los trabajos a nivel comunitario para establecer un registro de entradas y salidas de la Unión Europea, así como una ampliación de las competencias de los servicios secretos, para que puedan hacer seguimientos también a través de internet y las redes sociales.