La ausencia por conmoción cerebral del mariscal de campo estelar Cam Newton pesó como una losa en el juego ofensivo de los Panthers de Carolina que vieron como tampoco pudieron superar en su campo a los Buccaneers de Tampa Bay que los venció por 14-17.
El verdugo de los Panthers, que tienen marca perdedora de 1-4, fue el pateador de origen mexicano Roberto Aguayo, que se encargó de anotar el gol de campo decisivo de 38 yardas en el último segundo del tiempo reglamentario.
Los Panthers se convierten en el séptimo equipo que después de haber llegado la temporada anterior al Super Bowl la nueva la comenzaron con marca de 1-4.
Algo que ya habían hecho también los propios Panthers en la del 2004.
Los Steelers de Pittsburgh, en 1976, vivieron la misma experiencia, pero consiguieron ganar los últimos nueve partidos de la temporada y consiguieron disputar los playoffs.
Pero, de momento, los seguidores de los Panthers vieron como en el tradicional partido del «Monday Night Football», con el que se cerró la Quinta Semana de competición, no pudieron disfrutar tampoco de la victoria.
Si vivió una noche especial Aguayo, que se convirtió en el héroe de los Buccaneers y también salvó su puesto después de haber fallado dos goles de campo de 33 y 46 yardas antes que convirtiese el ganador.
«Estoy contento de que al final pude ayudar a mi equipo a conseguir la victoria, que de eso se trataba», comentó Aguayo al concluir el partido. «Nunca sentí presión por los fallos anteriores ni tampoco lo que pudiese pasar con mi futuro como profesional al concluir el partido».
Sin embargo, el pateador mexicano no ha tenido su mejor rendimiento en lo que va de temporada al apenas tres goles de campo de siete intentos antes que llegase la patada ganadora.
«Nunca sales al campo pensando en la marca que tienes sino en hacerlo bien y superar los errores cometidos anteriormente», valoró Aguayo. «Ahora toca disfrutar del triunfo».
El mariscal de campo Jameis Winston completó 18 de 30 intentos de pase para 219 yardas con un envío de anotación y en la última serie del partido avanzó 66 yardas para que los Buccaneers (2-3) se encontrasen con la oportunidad del gol de campo y eso fue lo que sucedió.
También la costosa penalidad de 15 yardas por tirar con la mano del casco de un rival por parte del defensivo Kony Ealy iba a ser otra de las claves que dejaron a los Panthers con la derrota.
Los Panthers entregaron el ovoide en cuatro ocasiones, tres de ellas responsabilidad del pasador Derek Anderson, que ocupaba el puesto de Newton.
El ala cerrada Greg Olsen estableció una marca personal con 181 yardas al capturar nueve atrapadas y el corredor Cameron Artis-Payne consiguió dos anotaciones terrestres para los Panthers.
Anderson completó 18 de 28 pases para 278 yardas, no hizo ningún envío de anotación, le interceptaron dos, sin que fuese derribado y dejó en 67,3 el índice de pasador.