Los hermanos Manuel Murillo e Iker Murillo recibieron medida cautelar luego de haber sido detenidos por el asalto a la sucursal del Banco General de Chanis y el homicidio de la cajera Alina Ivaldy.
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En la audiencia, el juez de Garantías ordenó que fueran puestos en libertad, les exigió comparecer los 30 de cada mes y permanecer en el país.
Kevin Moncada, defensor de los Murillo, dijo que sus clientes no estuvieron implicados en el hecho ocurrido el 10 de febrero del 2017. A ambos se les acusó luego de que en su casa se hallaron billetes de $5, los cuales atribuyeron al monto robado.
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