Una denuncia penal fue interpuesta por un ciudadano identificado como José Del Carmen Pineda por la desaparición del cuerpo de su madre Martina Pineda de 84 años, quien falleció el pasado 6 de mayo producto de una enfermedad crónica en el distrito de San Miguelito.
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El ciudadano explicó al Diario Crítica que luego de que fuera a retirar los restos mortales de su madre para darle cristiana sepultura, en la funeraria le entregaron, el cuerpo de otra persona
Pineda informó que su madre falleció en su residencia del corregimiento Amelia Denis de Icaza, en el distrito de San Miguelito. Contrataron los servicios de la funeraria San José Arcáncel, a la que se pagó la suma de $700.00,y cuyo personal retiró el cadáver el mismo 6 de mayo.
Al apersonarse a la funerari el jueves 10 de mayo, se les mostró un cuerpo, que según el denunciante, no es el de su madre. Enseguida se comunicaron con el dueño de la funeraria, quien defendió la tesis de quer sí se trataba de la señora, pero que le colocaron una sustancia que hacía cambiar su apariencia para evitar su descomposición.
Pineda aceptó retirar el cuerpo para darle sepultura en el corregimiento de Visballe de la Mesa, en la provincia de Veraguas, pero una vez en el velatorio, el resto de los familiares se percató de que el cuerpo no pertenecía al de la difunta Martina.
Fue entonces cuando llaman nuevamente a la funeraria para pedir que retiraran el cuerpo y lo llevaran de vuelta a Panamá. Un día después les tocó reconocer el cuerpo en presencia del propietario y un abogado de la funeraria.
Al desvertirlo, los hijos de la señora coincidieron una vez más e que ese cadáver no era el de su mamá, por lo que el abogado de la funeraria sugirió una prueba de ADN, para despejar las dudas.
Pineda denunció que en la funeraria además pretendían que los gastos de la prueba de ADN corrieran por su cuenta.
Pineda, en compañía del jurista Ruben Miniel Rosas, presentó la denuncia en el centro de Atención Primaria, ubicado en el corregimiento de Ancón, para que se haga la correspondiente investigación.
Fuente: Diario Crítica