La única sobreviviente del asesinato de cinco estudiantes universitarios en Costa Rica el pasado 19 de enero reconoció al hombre detenido este viernes como el autor de la masacre.
La oficina de prensa del Ministerio Público indicó que la víctima, una menor de edad, reconoció físicamente a Gerardo Ríos Mairena, de 33 años, como el que cometió el crimen, en Barrio La Victoria, Liberia, provincia de Guanacaste (oeste).
El ente además explicó que al sospechoso se le tomará una declaración indagatoria que deberá ser incluida en el expediente.
La Fiscalía de Liberia, que investiga seis delitos contra la vida (cinco homicidios y una tentativa de homicidio, la de la sobreviviente), informó que la audiencia de medidas cautelares, en la cual se solicitará la prisión preventiva de Ríos Mairena, será realizada este sábado.
La joven menor de edad fue pieza clave para la prueba testimonial, ya que fue posible identificar un tatuaje del atacante y construir un retrato hablado que fue comparado con fotos del archivo criminal.
El director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Walter Espinoza, brindó una conferencia de prensa en la ciudad de Liberia en la que detalló las pruebas con las que cuentan las autoridades para imputar a Ríos Mairena, vecino de las víctimas.
«Obtuvimos una huella impregnada en sangre coincidente en 14 caracteres. En este tipo de pruebas con 11 es suficiente (para corroborar una identidad)», explicó el director del OIJ.
Los agentes también decomisaron al sospechoso unos tenis y un pantalón corto impregnados con sangre, así como un cuchillo que será sometido a análisis de laboratorio para determinar si fue el arma que se utilizó en el crimen.
En la escena donde fueron asesinados Joseph Briones, de 22 años; Dayana Martínez Romero, de 24; Stephanie Hernández García, de 25; Ariel Vargas Condega, de 24, y Angie Serrano Mendoza, de 24, los agentes también recolectaron cabello y fluidos que se relacionan al sospechoso.
Espinoza también afirmó que se realizó un estudio del espectro radioeléctrico (señal de teléfono celular) que permite ubicar al sospechoso en el sitio del crimen y seguir sus movimientos posteriores.
La OIJ tiene la hipótesis de que el asesino, familiar de las personas que alquilaban la casa a los universitarios, se introdujo en la vivienda por una de las puertas laterales mientras estaba bajo el influjo de un potente alucinógeno.
Los hechos ocurrieron entre la noche del 18 y la madrugada del 19 de enero cuando se localizó en la vivienda a los cinco estudiantes degollados y a una sexta víctima de 14 años con heridas muy graves.