La posición del presidente Juan Carlos Varela sobre la crisis en Venezuela ha generado lecturas ambiguas en sectores internos de la sociedad.
En un principio, Panamá firmó un informe de 14 países que se pronunciarán a favor de proteger las elecciones en Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Pero el fin de semana, la Cancillería venezolana informó que el presidente de ese país, Nicolás Maduro, conversó con Varela para que apoye el diálogo, que ha sido tan severamente cuestionado por el secretario de la OEA, Luis Almagro, y por otros actores de la sociedad, al no arrojar resultados favorables.
Grupos de izquierda consideraron que Varela utiliza el tema para eludir otros asuntos espinosos en Panamá. Es el caso del Frente por los Derechos Económicos y Sociales -Frenadeso- que señaló en un comunicado que ahhora Varela «utilizará a Venezuela para no hablar del caso Odebrecht».
El eventual apoyo de Varela al diálogo que quiere Maduro también fue criticado por el exembajador de Panamá ante la OEA, Guillermo Cochez, quien opinó que la posición de Panamá no debe ser otra que anunciar su respaldo para aplicar la Carta Democrática en Venezuela. «No hacerlo es apoyar dictadura», consideró.
Varela ha sido uno de los «aliados» continentales de Maduro. De hecho, en el marco de la crisis por el proceso revocatorio que se había activado en octubre de 2016 en Venezuela y que fue suspendido por tribunales locales controlados por el chavismo, se corrió el rumor de que Maduro habría conversado sobre la posibilidad de recibir «asilo» en este país.
Fuente: Panamá América