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Régimen de Maduro enterró a rebeldes ejecutados en Caracas sin permitirles un funeral (Videos desgarradores)

Durante el fin de semana y tras días de mantener ocultos y retenidos los cuerpos en una morgue de Caracas, el régimen de Nicolás Maduro procedió a realizar «entierros controlados» de los siete rebeldes que fueron ejecutados el pasado lunes en la montañosa localidad de El Junquito y que eran liderados por Óscar Pérez, expiloto y policía que también fue ultimado en el procedimiento. 

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Un sinfín de irregularidades rodearon al proceso: el ajusticiamiento del grupo a pesar de manifestar a través de videos su rendición, el hermetismo total de información oficial hasta un día después de ocurrido el hecho, el ocultamiento de los cadáveres a sus familiares -sus allegados solo pudieron reconocer los cuerpos cuatro  días después y  además denunciaron que habían sido envueltos en papel plástico para acelerar su descomposición- y los polémicos actos de sepultura de los disidentes utlimados. 

El viernes fueron dadas a conocer las actas de defunción en las que constaba que todos los ajusticiados tenían tiros de gracia en la cabeza, además de otras perforaciones en sus cuerpos. 

Por si fuera poco, los restos mortales de seis de los rebeldes fueron sacados en horas de la madrugada del sábado de la Morgue de Bello Monte sin consentimiento de sus familiares. Tres fueron trasladados en aviones militares a los estados Zulia y Táchira, pues de allí eran oriundos. Dos fueron llevados al Cementerio General del Este, de Caracas. A la mayor parte de la familia de estos últimos no la dejaron entrar al entierro. Solo pudieron verlos la madre de uno de ellos y una prima

José Alejandro Díaz Pimentel, el más cercano al líder del grupo,Óscar Pérez, dejó huérfanos a tres hijos, entre esos un menor de seis años de edad. Ni siquiera ellos pudieron presenciar el entierro de su padre. Su hijo tuvo que conformarse con dejar fuera de la urna los dibujos que le había preparado para que los enterraran junto a su progenitor. 

En repudio al inmisericorde acto, ciudadanos se trasladaron hasta al camposanto para protestar, pero el régimen de Maduro dispuso presencia de la Guardia Nacional en el lugar. La gente al final se impuso y rompió los piquetes.

Las escenas de los familiares desconsolados y de la sociedad civil que se hizo presente en el lugar indignada circularon por medios de todo el mundo. Una vez pudo ingresar el grupo civil, le rindieron homenajes a los rebeldes caídos. 

A Liseth Ramírez, la joven asesinada en el operativo militar y policial, la trasladaron al andino estado de Táchira. Su familia esperaba la llegada de su cuerpo en el Cementerio Metropolitano, pero por órdenes del Gobierno cambiaron el lugar de sepultura a última hora.  Y aunque legalmente está prohibido, el «entierro controlado» se produjo en horas de la noche. La consternación de los familiares era inenarrable y la escena, macabra. 

Finalmente este domingo y también entre gallos y a oscuras, el cuerpo del líder de la rebelión, Óscar Pérez, fue trasladado al Cementerio del Este. La Guardia Nacional bloqueó también este día el paso al camposanto. Pérez fue enterrado en la última colina, casi cerca de unas antenas, en una fosa aislada que el Gobierno y no sus deudos decidió que fuera su espacio de reposo eterno. 

Solo una tía y una prima fueron autorizadas para ingresar al sepelio. Narraron que ni siquiera lo vistieron, estaba envuelto en una sábana blanca. 

La sociedad civil llegó posteriormente al lugar y cubrió de flores su tumba. Una camisa del piloto fue colocada en el lugar, junto a fotografías y banderas de Venezuela.

Luego del sepelio también se hizo presente la familia de Neomar Lander, uno de los jovencito de 16 años que fue asesinado por la Policía Nacional de Maduro en junio pasado, durante las protestas. El muchacho fue impactado con una bomba lacrimógena en el pecho y desde allí su familia se ha dedicado a hacer activismo político.

Pérez también dejó en estado de orfandad a tres niños que tuvieron que exiliarse del país luego de que el gobierno lo declarara el número uno entre los más buscados. 

Redacción El Click/Yakary Prado

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