Los Reyes de los Belgas, Felipe y Matilde, acompañados por el primer ministro de Bélgica, Charles Michel, continuaron hoy los homenajes a las víctimas de los atentados del 22 de marzo de 2016 en la estación de metro de Maelbeek, donde un terrorista suicida mató a 16 personas.
A las 9:11 hora local, los monarcas guardaron un minuto de silencio en la estación del suburbano después de haber participado en un homenaje similar en el aeropuerto de Bruselas, donde estallaron las primeras bombas de los dos atentados que registró aquel día la capital belga.
Los reyes llegaron al lugar en metro, según informó la agencia Belga, y saludaron durante una veintena de minutos a familiares y víctimas del atentado, así como a los trabajadores de la empresa de transportes metropolitanos Stib y de los servicios de auxilio que atendieron a los heridos el día del atentado.
El rey Felipe depositó, por su parte, unas flores en memoria de las víctimas momentos antes de guardar el minuto de silencio.
Durante la ceremonia, una de las víctimas y un allegado tomaron la palabra antes de que el ministro-presidente de la región de Bruselas, Rudi Vervoort, desvelara una placa conmemorativa.