El Gobierno ruso salió a través del ministerio de Exteriores en respuesta a las recientes sanciones por parte del Congreso de los Estados Unidos e informó este viernes a través de un comunicado, su decisión de reducir la presencia diplomática norteamericana en su territorio.
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Según Moscú, las nuevas sanciones adoptadas por el Estados Unidos, son una prueba de «rusofobia».
En el texto detalla que Moscú pidió a Washington reducir, a partir del 1 de septiembre, a 455 el personal de su embajada y de sus consulados en Rusia.
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Además, impidió la utilización por parte de la legación del país norteamericano de una residencia en la periferia de la capital rusa y de varios almacenes.
Fuente: Globovisión