Para nadie es un secreto la desaceleración que ha experimentado la economía panameña en los últimos cinco años. Desempleo, bajo consumo y estancamiento son signos del declive de una economía que llegó a ser referencia en el continente.
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La ralentización de la economía panameña quedó reafirmada internacionalmente luego de que el pasado mes de octubre una misión del Fondo Monetario Internacional visitara el país y calculara un crecimiento del PIB de un 3,7% en el primer semestre de 2018, cifra distante al 5,4% del año previo.
Dos sectores que han acusado gravemente este estancamiento de la economía panameña son el de turismo y el de la construcción, que ya no pueden soportar la carga de empleados en una economía que no se ha diversificado.
La inestabilidad económica, la inseguridad jurídica y la pésima gestión en materia de resolución de conflictos y defensa del país ha causado que la inversión directa extranjera haya ido en franca caída, lo que ha agravado considerablemente el estado de estos dos emblemáticos sectores económicos.
Esto se ha traducido, a su vez, en una gran cantidad de inventario de locales comerciales desocupados y una baja ocupación hotelera.
Construcción a medio bloque
En lo que respecta al sector construcción, la huelga sindical que se desarrolló entre abril y mayo de este año influyó en la ralentización de nuestra economía en este período y es una de las justificaciones que esgrime el gobierno, ya que durante el proceso se perdieron unos 900 millones de dólares.
Pero un análisis del portal Capital Financiero.com aclara que desde antes de las paralización de las obras, ya el sector presentaba una contracción durante el primer trimestre de 2018. La huelga solo fue otro síntoma más de un sector construcción que había caído al foso desde antes.
El FMI reportó que la actividad del sector construcción registró entre enero y agosto de 2018 una reducción de 40% respecto al mismo periodo del 2017. Es decir, disminuyeron casi a la mitad las obras en proceso el país, con el desempleo asociado que esto genera.
La Contraloría General de la República avaló estas cifras al hacer público que en los primeros nueve meses de 2018 el costo de las nuevas construcciones, adiciones y reparaciones se redujo 40%, con lo que se reafirma la tendencia a la caída que experimenta este sector económico desde el año pasado.
Expertos consultados por Panamá América destacan como causa del mal momento que atraviesa el sector construcción el alza de los intereses hipotecarios, la burocracia, el temor a invertir, la inestabilidad y la huelga de obreros.
En el año 2017, construcción aportó 10% de las plazas de empleo en el país, pero luego de esta debacle, deberá reactivarse para volver a ser un campo de oportunidades laborales estables.
Turismo sin oxígeno
Cifras oficiales dan cuenta de que nuestro país dejó de recibir más de 38 mil turistas durante los ocho primeros meses de 2018. Estos números coinciden con los que maneja la Asociación Panameña de Hoteles, cuyo presidente, Armando Rodríguez, declaró a Panamá América a principios de octubre que la ocupación hotelera era tan solo de 43%.
Según este vocero, solo este año se han registrado 5,000 despidos de trabajadores y temen que la cifra siga aumentando y se engrose la lista de 25 mil empleos perdidos en el sector solo durante los dos últimos años.
Al ser capaz de generar más de 130 mil empleos de manera directa o indirecta, el sector no puede ser manejado caprichosamente, ni en el marco de un plan puntual de gobierno, sino con una visión estratégica de Estado y un alcance a largo plazo.
Pero bajo la administración varelista la batalla como que se dio por perdida, ya que, contra toda lógica, la Autoridad de Turismo de Panamá sufrió un recorte de 40% de su presupuesto general para el año fiscal 2019, aún en medio de la crisis que acusa el sector.
¿Se pueden cambiar las ruedas y entrar de nuevo en marcha?
Para reactivar sectores específicos de la economía, como el de la construcción, la Cámara Panameña de la Construcción (CAPAC) pone sus esperanzas en la llegada de un nuevo gobierno y en el inicio de grandes obras como las líneas 4 y 5 del Metro. La aspiración es que estas dos variables hagan resurgir este sector.
Por los momentos, en la Cámara Panameña de la Construcción, en conjunto con la Asociación Bancaria de Panamá, se trabaja en un anteproyecto de ley para aplicar la figura del lising inmobiliario, que consiste en que el cliente paga un alquiler mensual por un plazo determinado y al final, tiene la opción de comprar la vivienda.
Esta sería una iniciativa a la que apelan con la intención de dinamizar un poco el sector para ayudar a disminuir el inventario, aunque advierten que es insuficiente para reactivarlo de forma masiva.
En lo que respecta al turismo, la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá (CCIAP) advirtió recientemente que, para apaciguar la baja, se deben entregar los recursos a un Fondo Mixto para la promoción del país.
Rolando Gordón, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Panamá, declaró al diario Día a Día que se espera que en 2019 el panorama varíe para mejor, pero no en todos los sectores.
Estima que los indicadores macroeconómicos van a mejorar, pero sectores como el de la vivienda, autos y el emblemático sector del turismo no experimentarán recuperación alguna, porque las tasas de interés seguirán al alza a causa de la política fiscal de Estados Unidos y por el encarecimiento del país debido a la fortaleza del dólar, su moneda corriente.
Redacción El Click