El presidente Juan Carlos Varela insistió en que debe ser cerrado el albergue habilitado por la Pastoral Social Cáritas de Panamá para la recepción de cubanos que se quedaron a «medio camino» de Estados Unidos.
Varela justificó su recomendación alegando que la situación en la que se encuentran más de 290 personas no son las más idóneas y opinó que si ellos van a permanecer más tiempo en el país, deben hacerlo en un lugar digno.
Espera sostener una reunión con el arzobispo José Domingo Ulloa para buscar una solución al tema.
La semana pasada Varela dijo que daba un plazo de 30 días a Cáritas para que pusiera fin al alojamiento humanitario de los cubanos, que a inicios de marzo pasado sumaban casi 500 repartidos en las fronteras con Colombia y Costa Rica, y en la capital panameña.
Tras el fin de la política estadounidense «pies secos/pies mojados», las autoridades de Panamá indicaron que los cubanos serían tratados como cualquier migrante ilegal y si querían permanecer en el país debían acogerse a algún estatus migratorio
Fuente: La Prensa