Durante el domingo, el famoso volcán de Fuego, ubicado a 50 kilómetros de la capital de Guatemala, inició una nueva fase eruptiva, específicamente la octava del año.
El fenómeno comenzó con dos fuentes de lava de 200 metros de altura sobre el cráter que alimentan otros tantos flujos de magma.
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El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), emitió un boletín especial en el que indicó que unos de los flujos de lava, de 1.000 metros de largo, se dirige a la barranca Cenizas, y el segundo, de 400 metros, se dirigen hacia la barranca Seca, en Santa Teresa.
La erupción, no ha obligado a evacuar a los habitantes, pero si ha generado avalanchas moderadas en el contorno del cráter y explosiones “constantes” que han provocaron una columna de ceniza de unos 5.000 metros de altura sobre el nivel del mar.
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La columna de ceniza se desplaza a más de 10 kilómetros en dirección oeste y suroeste y ya han caído finas partículas de la misma en zonas aledañas a Panimaché I, Morelia, Santa Sofía, El Porvenir, Sangre de Cisto entre otras.
Fuente: Unión Radio